Hoy es un día en el que uno se levanta de la cama como puede, con unos dolores en las piernas inexplicables, pero que realmente son reflejo de una satisfacción enorme.
Ayer se celebró el Día Más Grande de las Carreras Populares de Madrid, el Rock´n Roll Madrid Maratón, que reunió a unos 30000 corredores para las diferentes pruebas. Unos 15000 Maratonianos, 10000 en la Media y 5000 en 10 Kms.
Yo no podía faltar, tras correr diferentes carreras de 10 kms., Medias Maratones, y alguna Carrera de Montaña, tenía que ponerme a prueba en la Maratón. Ya sabéis que tengo un Reto
pero esta Maratón es todo un Reto en sí.
pero esta Maratón es todo un Reto en sí.
Ya en el Post anterior comentaba que me entraban dudas, no sabía si sería capaz o no, nunca me había enfrentado a tantos kilómetros, y la verdad es que me dan mucho Respeto.
La Crónica:
Realmente los nervios estaban ahí, fruto del Respeto que da la distancia que le dio la Gloria a Filípides. En esta ocasión la preparación, con rodajes cortos, y el descanso de la semana anterior, y un buen desayuno ( cereales, yogur y plátano) para no tener sorpresas, tuvo su recompensa, me dio mayor tranquilidad y "confianza".
Al ser un reto nuevo, me propuse guiarme completamente por sensaciones, y no por un ritmo estrictamente marcado, que no sabía si mi cuerpo y mi mente podrían soportar.
Por mi mente pasaban consejos sabios de maratonianos experimentados, mi primo Carlos y mi tío Santi, como: hacer fácil y cómodo la primera Media Maratón, la Maratón comienza a partir de la Media, el Muro puede aparecer o no, pero si aparece bajar el ritmo. Y tranquilo que es normal que surjan dudas antes.
Cuento con todo el apoyo y ánimo de la familia. Mi mujer, Paloma va a realizar la Maratón con el Metro de Madrid para poder animarme en el máximo número de lugares posibles (Qué grande eres Paloma).
Todo esto que he mencionado me ha dado alas y ya me encuentro pasando por la línea de Salida, corro empujado por una energía genial. Madrid se convierte en una Ola de Corredores que inunda las calles.
Paso ligero, sin forzar, pero ligero...yendo incluso más rápido de lo pensado, pero las sensaciones mandan.
Ya pasando de vuelta de Plaza Castilla veo a Paloma animándome, las sensaciones mejoran por ese aliento inexplicable que da cuando te animan gritando tu nombre. En otras dos ocasiones no conseguimos vernos porque ya había pasado, pero daba igual porque hablábamos por teléfono y también me daba vidilla.
La carrera transcurre ligera, sin sorpresas, con buenas sensaciones, y en el km 19, por la Calle Preciados y la Calle Mayor me impresiona la cantidad de personas que nos hacen el pasillo animando. Se me ponen los pelos de punta, y ante las voces de ánimo, de empuje y los aplausos que crean un calor y un ambiente que hace que los corredores nos sintamos muy grandes, se me hace un nudo en la garganta. Realmente me siento emocionado durante la carrera, algo inexplicable, pero hay que vivirlo.
Todo va encauzado, paso por la Media por Calle Ferraz muy fresco, la sensación mejor que nunca.
Continúo con esas buenas sensaciones y sabiendo que en breve, antes de entrar en la Casa de Campo en el km 26, voy a volver a ver Paloma y me va a dar otro soplo de aire fresco, y así es ;P.
De pronto me parece que pasan los kilómetros sin darme cuenta, aprovecho bien cada uno de los avituallamientos refrescándome. Paso el temido Km 30 y pienso que voy fresco todavía, pero se empiezan a notar las piernas.
Nada más salir de la Casa de Campo se avecinan unos 7 kms de subida, que van a significar un gran desgaste. La mente está fuerte todavía y la ilusión de completar la Carrera hasta la Meta da fuerza a mis piernas y no baja el ritmo.
Llego al Km 38, comienzo a notar dolor en las piernas, a ver a corredores caminar exhaustos para coger aliento y poder continuar. Hay que aguantar este dolor, me encuentro fuerte, y este dolor pasará. Desde Atocha estoy invadido por una idea...esto está hecho...ya llego...Madrid está volcado...cuentas con el apoyo de todo el mundo...te duelen las piernas como nunca, pero estás ya llegando...
Ya entramos al Retiro, la emoción hace correr con un nudo en la garganta constante, con el vello de punta, ojos lagrimosos. Últimos metros casi levitando. Oigo voces...Vamos Javiiiiiiiii!!! Mi hermana Raquel dando alas y de embajadora de hermanas, cuñados y sobrinos, lo vive y me emociona!!! Por fin llego a Meta, como siempre con los brazos arriba. Arriba hay quien me guiña un ojo, como siempre. Y al mirar a un lado en la Meta, ya veo a Paloma de nuevo. Te quiero. Me has dado alas todo el camino, y tu cara de emoción me ha hecho sentir genial. Gracias.
No tengo más palabras realmente para explicar todo lo que ha significado esta Maratón. He tratado de hacerlo de la mejor manera.
Realizarla me ha dado mucha motivación, satisfacción. He logrado mantener un ritmo y no flaquear. He visto que el entrenamiento y la constancia ha tenido sus frutos. Me siento desbordado de felicidad.
He conseguido finalizar la Maratón y además con un tiempo mucho mejor de lo que pensaba, 3 horas 18 minutos.
Y para el 2015 vuelvo sí o sí.
Comenzaba el Post hablando de los dolores, pero estos dolores en el fondo me provocan una sonrisa al acordarme del Gran día de ayer. Ha marcado un antes y un después.
Ya entramos al Retiro, la emoción hace correr con un nudo en la garganta constante, con el vello de punta, ojos lagrimosos. Últimos metros casi levitando. Oigo voces...Vamos Javiiiiiiiii!!! Mi hermana Raquel dando alas y de embajadora de hermanas, cuñados y sobrinos, lo vive y me emociona!!! Por fin llego a Meta, como siempre con los brazos arriba. Arriba hay quien me guiña un ojo, como siempre. Y al mirar a un lado en la Meta, ya veo a Paloma de nuevo. Te quiero. Me has dado alas todo el camino, y tu cara de emoción me ha hecho sentir genial. Gracias.
No tengo más palabras realmente para explicar todo lo que ha significado esta Maratón. He tratado de hacerlo de la mejor manera.
Realizarla me ha dado mucha motivación, satisfacción. He logrado mantener un ritmo y no flaquear. He visto que el entrenamiento y la constancia ha tenido sus frutos. Me siento desbordado de felicidad.
He conseguido finalizar la Maratón y además con un tiempo mucho mejor de lo que pensaba, 3 horas 18 minutos.
Y para el 2015 vuelvo sí o sí.
Comenzaba el Post hablando de los dolores, pero estos dolores en el fondo me provocan una sonrisa al acordarme del Gran día de ayer. Ha marcado un antes y un después.
